martes, 3 de mayo de 2016
no quiere usted dejarme ser yo, salir de la niebla, vivir, vivir, vivir , verme, oírme, tocarme, sentirme, dolerme, serme. ¿Conque no lo quiere? ¿Conque he de morir ente de ficción? Pues bien, mi señor creador don Miguel, también usted morirá, también usted, y se volverá a la nada que salio... ¡Dios dejara de soñarle! ¡Morirá usted, si, se morirá, aunque no lo quiera; se morirá usted y se morirán todos los que lean mi historia, todos, todos, sin quedar uno! ¡Entes de ficción como yo; lo mismo que yo! Se morirán todos, todos, todos. Os lo digo yo Augusto Pérez, ente de ficción como vosotros, Nivolesco, lo mismo que vosotros. Porque usted, mi creador, mi don Miguel, no es usted mas que otro ente nivolesco, y entes nivolesco sus lectores, lo mismo que yo, que Augusto Pérez. Su victima.

en la brumas perdida de la idea,
perdida allá en la notas de la música
que según dicen cantan las esferas;
y yacía mi cuerpo solitario
sin alma y triste errando por la tierra.
Nacidos para arar juntos la vida
no vivían; porque el era materia
tan solo y ella nada mas que espíritu
buscando completarse, ¡dulce Eugenia!
Mas brotaron tus ojos como fuentes
de viva luz encima de mi senda
y prendieron a mi alma y la trajeron
del vago cielo a la dudosa tierra,
metiéronla en mi cuerpo, y desde entonces
¡y solo desde entonces vivo, Eugenia!
Son tus ojos cual clavos encendidos
que mi cuerpo a mi espíritu sujetan,
que hacen que sueñe en mi febril la sangre
y que en carne convierten mis ideas.
¡Si esa luz de mi vida se apagara,
desuncidos espíritu y materia,
perderme en brumas celestiales
y del profundo en la voraz tiniebla! .Carta de despedida
Apreciable Augusto:
. Cuando leas estas lineas yo estaré con Mauricio camino del pueblo adonde este va destinado gracias a tu bondad, a la que debo también poder disfrutar de mis renta, que con el sueldo de el nos permitirá vivir juntos con algún desahogo. No te pido que e perdones, porque después de esto creo que te convencerás de que ni yo te hubiera hecho feliz ni tu mucho mes a mi. Cuando se te pase la primera impresión volveré a escribirte para explicarte por qué doy este paso ahora y de esta manera. Mauricio quería que nos hubiéramos escapado el mismo día de la boda, después de salir de la iglesia; pero su plan era muy complicado y me pareció, ademas, una crueldad inútil. Y como te dije en otra ocacion, creo que quedaremos como amigos. Tu amiga
Eugenia Domingo del Arco
P.S. No viene con nosotros Rosario. Te queda ahí y puedes con ella consolarte.
. Cuando leas estas lineas yo estaré con Mauricio camino del pueblo adonde este va destinado gracias a tu bondad, a la que debo también poder disfrutar de mis renta, que con el sueldo de el nos permitirá vivir juntos con algún desahogo. No te pido que e perdones, porque después de esto creo que te convencerás de que ni yo te hubiera hecho feliz ni tu mucho mes a mi. Cuando se te pase la primera impresión volveré a escribirte para explicarte por qué doy este paso ahora y de esta manera. Mauricio quería que nos hubiéramos escapado el mismo día de la boda, después de salir de la iglesia; pero su plan era muy complicado y me pareció, ademas, una crueldad inútil. Y como te dije en otra ocacion, creo que quedaremos como amigos. Tu amiga
Eugenia Domingo del Arco
P.S. No viene con nosotros Rosario. Te queda ahí y puedes con ella consolarte.
Mi Eugenia
¿De donde has brotado Eugenia? ¿Es ella una creación mía o soy yo creación suya? ¿O somos los dos creaciones mutuas, ella de mi, yo de ella? ¿No es acaso todo creación de cada cosa y cada cosa creación de todo? y ¿Que es creación?, ¿Que soy yo?...
domingo, 1 de mayo de 2016
Aburrimiento
Pues el caso es que he estado aburriéndome sin saberlo, y dos mortales años... desde que murió mi santa madre... Sí, sí, hay un aburrimiento inconsciente. Casi todos los hombres nos aburrimos inconscientemente. El aburrimiento es el fondo de la vida, y el aburrimiento es el que ha inventado los juegos, las distracciones, las novelas y el amor...
Soledad...

¿Qué es el amor?
¿Quien definió amor? Amor definido deja de serlo... Pero, Dios mio, ¿Como me he enamorado, si en rigor no puedo decir que la conozco? ¡Bah!, el conocimiento vendrá después. El amor precede al conocimiento, y este mata a aquel.
Primero el amor, el conocimiento después.
Primero el amor, el conocimiento después.
Señorita...
Esta misma mañana, baja la dulce llovizna del cielo, cruzo usted, aparición fortuita, por delante de la puerta de la casa donde aun vivo y ya no tengo hogar. Cunado desperté, fui a la puerta de la suya, donde ignoro si tiene hogar o no lo tiene. Me habían llevado allí sus ojos, sus ojos, que son refulgentes estrellas mellizas en la nebulosa de mi mundo. Perdóneme, Eugenia, y deje que le d{e familiarmente ese dulce nombre; perdóneme la lírica. Yo vivo en perpetua lírica infinitesimal.
No sé que mas decirle. Si, si se. Pero es tanto, tanto lo que tengo que decirle, que estimo aplazarlo para cuando nos veamos y hablemos. Pues es lo que ahora deseo, que nos veamos, que nos hablemos, que nos escribamos, que nos conozcamos. Después... Después, ¡Dios y nuestros corazones dirán!
¿Me dará, pues, Eugenia, dulce aparición de mi vida cotidiana, me dará usted oídos?
Sumido en la niebla de su vida espera su respuesta...
Augusto Pérez.
No sé que mas decirle. Si, si se. Pero es tanto, tanto lo que tengo que decirle, que estimo aplazarlo para cuando nos veamos y hablemos. Pues es lo que ahora deseo, que nos veamos, que nos hablemos, que nos escribamos, que nos conozcamos. Después... Después, ¡Dios y nuestros corazones dirán!
¿Me dará, pues, Eugenia, dulce aparición de mi vida cotidiana, me dará usted oídos?
Sumido en la niebla de su vida espera su respuesta...
Augusto Pérez.
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