martes, 3 de mayo de 2016

Carta de despedida

Apreciable Augusto:

    . Cuando leas estas lineas yo estaré con Mauricio camino del pueblo adonde este va destinado gracias a tu bondad, a la que debo también poder disfrutar de mis renta, que con el sueldo de el nos permitirá vivir juntos con algún desahogo. No te pido que e perdones, porque después de esto creo que te convencerás de que ni yo te hubiera hecho feliz ni tu mucho mes a mi. Cuando se te pase la primera impresión volveré a escribirte para explicarte por qué doy este paso ahora y de esta manera. Mauricio quería que nos hubiéramos escapado el mismo día de la boda, después de salir de la iglesia; pero su plan era muy complicado y me pareció, ademas, una crueldad inútil. Y como te dije en otra ocacion, creo que quedaremos como amigos. Tu amiga

                                                                                          Eugenia Domingo del Arco

  P.S. No viene con nosotros Rosario. Te queda ahí y puedes con ella consolarte.

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